jueves, 19 de marzo de 2009

ARTÍCULO sobre educación en valores


EDUCANDO PARA LA VIDA

Por Nancy Alejandra Ortiz Ochoa, Educadora y Socióloga


Tratar temas sobre educación en una formación sociológica no es para nada descabellado, pues son ciencias humanas que comparten objetivos a fines, ya que tanto la sociología como la educación pretenden aportar herramientas para la vida del ser humano que sean útiles a nuestra sociedad. La sociología es una ciencia que se interesa por los procesos sociales en masa y la educación por el desarrollo personal de cada individuo, por lo menos en el sentido más noble de la educación; es decir, ambas ciencias son parte fundamental en el desarrollo de un país.

Cuando hablamos de educación se debiera entender por una apegada a valores humanos, pues el fin mismo de la educación es promoverlos y con ellos promover una adecuada convivencia entre las personas y por ende una mejor sociedad.

Históricamente la educación se ha centrado en la adquisición de conocimientos y desarrollo cognitivo, dejando rezagado el plano moral, lo ético y lo humano, si a esto le añadimos que la sociedad de consumo ha dejado una crisis en lo valorar vemos necesario hablar del asunto.

La educación institucional o no, siempre estará orientada a educar bajo un esquema de valores. No es posible educar sin formar valores, pues los alumnos, sobre todo los de educación básica, están constantemente imitando a sus semejantes, como amigos, padres y maestros.

A la educación formal (pues se puede controlar) se le demanda mayor compromiso en el plano moral, para poder formar en la sociedad un sentido democrático, ética política, actitud responsable, valores humanos, respeto a los demás, tolerancia a lo diferente, equidad, y un sin fin de cualidades éticas que se requieren para formar las nuevas generaciones.

En el libro “La formación de valores en la educación básica” de Sylvia Schmelkes, sostiene que una sociedad altamente educada “será una población capaz incluso de juzgar críticamente el rumbo del desarrollo económico, de proponer vías de bienestar social y de innovar desde lo productivo”[1] se refiere a estar educada en un sentido más practico y humano, como por ejemplo, cuidado del medio ambiente, consumo inteligente, utilizar tiempo libre creativa y productivamente, identidad cultural y nacional, formar una sociedad inteligentemente democrática, conocedora de los derechos humanos, capaz de entender los cambios para poder enfrentarlos y sobre todo con un juicio ético y moral.

La sociedad demanda una educación de calidad, pero por calidad se está entendiendo a la satisfacción de elementos un tanto burgueses más que educar de manera congruente a necesidades sociales. Desde mi punto de vista, una educación de calidad requiere maestros capaces de transmitir conocimientos, fomentar y desarrollar capacidades de manera ética.

LA EDUCACIÓN Y LA GLOBALIZACIÓN

La globalización es una característica de los tiempos que corren ya afecta a la vida de todos los individuos del planeta y con mayor razón afecta la educación, se globaliza el conocimiento al haber un proceso de desiminación más veloz, se globalizan los aportes culturales, se globaliza la discusión ética. Pero también se globaliza la pobreza, la riqueza, la economía subterránea, lo ilícito, lo criminal, la marginalidad, el narcotráfico, etc.

La globalización ha penetrado hasta los ámbitos más cerrados y la educación ha sido vulnerable a ella tanto en lo positivo como en lo negativo, la educación tiene dentro de sus tareas a futuro educar para un mundo competitivo, para la participación de una sociedad democrática y para formar valores y con ello se pretende la formación de individuos con juicios autónomos, ciudadanos democráticos que comprendan su contexto.

LA FORMACIÓN VALORAL Y LA CALIDAD DE EDUCACIÓN

En el texto Sylvia Schmelkes afirma “la educación de calidad no es posible si ésta educación no incluye la formación valoral, al mismo tiempo que no puede existir la formación en valores si no hay educación de calidad” para explicar con mayor detenimiento esto, la autora presenta algunos puntos que a continuación se retomaran en el presente texto.

1. La educación de calidad no es posible si la educación no incluye la formación valoral.

Actualmente se mantiene esta educación de manera poco transparente y clara, regularmente se encuentra uno lo que le han llamado la curricula oculta, que es la intención formativa, moral y valoral que posee cada institución y ella esta supeditada a los intereses particulares de quienes dirijen las instituciones, sobre todo las particulares. Pero al permanecer oculta, se atenta contra la calidad de la educación, pues se corre el riesgo de deformarla, a su vez la evaluación de ella se vuelve mucho más difícil de lo que ya es.

2. Si la escuela no forma valoralmente, descuida la función socializadora

La escuela es un agente importante en la socialización de las personas el cual implica reconocimiento y valoración del pluralismo, aunque actualmente esta socialización se da de manera caótica, además que la escuela se enfrenta a otros agentes socializadores más llamativos e influyentes, dejando de cumplir de algún modo con la calidad de la educación.

3. Si la escuela forma de manera caótica, será incapaz de desarrollar armónicamente las facultades del ser humano.

El desarrollo del ser humano es o debería ser armónico, es decir, todos los aspectos que lo componen, como lo son el aspecto cognitivo, afectivo, físico y social, deberían evolucionar a la par del otro, pues se interconectan en muchos aspectos y sólo con el desarrollo adecuado de estas áreas se puede hablar de una personas sana y desarrollada tanto física, mental y emocionalmente. Pero si la educación sólo se centra en el aspecto cognitivo se descuida un aspecto de la personalidad igual de importante para la evolución de una persona.

4. Si la escuela no forma apegada a valores, se carece de bases para exigir ética en los procesos de desarrollo, político, económico y cultural.

La sociedad se encuentra muchas veces en la posición de exigir transparencia en los procesos políticos, sin embargo, muchas veces no nos percatamos que somos parte de una maquinaria que funciona mal, pero funciona mal porque cada una de las personas que la componen no hacen lo que tiene que hacer como lo deberían de hacer. Es por ellos que para exigir transparencia y legalidad en cualquier proceso aunque sea pequeño, es importante que nosotros mismos estemos apegados a lo que demandamos, y solo se lograra un sociedad éticamente aceptable, si se educa apegado a los valores humanos.

En el texto se afirma que el tema de los valores, se considera algo íntimo y por tal motivo la educación no ejerce abiertamente su obligación de promoverlos, siendo una responsabilidad compartida, que abarca la formación de los docentes y los objetivos y planes de estudios.

FORMANDO EN VALORES

Sylvia Schmelkes da un serie de pistas (como ella las llama) que ayudan a educar en valores, menciona dos condiciones la primera es el trabajo con los docentes, “Los maestros tienen que estar formados valoralmente antes de pretender formar a los alumnos en esta dimensión”[2], se trata de que los maestros vivan del modo que pretenden enseñar, sean parte del proceso y no se quede la educación valoral en el plano discursivo.

La segunda condición trata sobre la importancia de que la estructura escolar se vuelva una fuente de formación valoral, que permita vivir situaciones de decisión moral y a su vez se favorezca el desarrollo cognitivo.

Entre las estrategias que la autora menciona como fundamental para el desarrollo del juicio moral, se encuentra: el establecimiento de un clima, el análisis crítico, asumir roles de otros, sentido del pluralismo, responsabilidad en la resolución de problemas, se menciona que la edad ideal para el desarrollo del juicio moral es la adolescencia, a partir de los 11 años, y la escuela tiene el deber de facilitar todo el ambiente necesario para el desarrollo de lo ético y moral. La formación valoral debe ser preocupación de la educación básica, explicitar el tipo de educación y vivirla diariamente.

EDUCAR PARA LA SOLIDARIDAD

La solidaridad tiene que ver con la comprensión de nuestro próximo, sentir empatía, compromiso, formar un sentido de justicia, respeto y compasión. “…educar para la solidaridad es educar en los valores fundamentales que las principales filosofías, religiones, y la humanidad entera ha venido definiendo para sí misma. Educar en solidaridad es educar en valores.” [3]

Existen muchos entes que se encargan de fomentar valores, entre ello se encuentra la familia, la iglesia, la comunidad, la sociedad y especialmente la escuela, pues constituye un espacio de convivencia plural, viviendo los valores cotidianamente, por lo menos en un sentido ideal, pero para ello es necesario que se lo proponga explícitamente, pues de lo contrario no se producirá tal efecto. La escuela debe estar orientada para favorecer la vivencia de la solidaridad, con una actuación congruente de los docentes, implementando planes o programas de solidaridad. Se debe tener a demás que la adquisición de valores es integral y al adquirí uno por ende desencadenará otro.

CONCLUSIONES

Ser herrero, plomero, maestro o sociólogo en nuestro país, es una tarea sumamente difícil, pues en muchas ocasiones no contamos con los recursos necesarios para llevar nuestra labor de la manera más idónea. Sin embargo el quehacer de cada una de las actividades que mantienen en movimiento nuestra sociedad, esta supeditada a la adquisición de valores, de manera oculta o no, y nosotros como individuos vulnerables a adquirir una formación valorar, de manera explicita o encubierta. Es por ello que se hace mucho hincapié en la necesidad de establecer unos objetivos y criterios afines que partan desde la educación básica, para poder tener un control sobre lo que se imparte en la escuela y la manera como se hace.

Comos futuros sociólogos debemos estar muy pendientes de los cambios que se genera a nuestro alrededor, debemos ser sensibles para percatarnos de las necesidades más apremiantes que viven las personas así como prever una formación escolar apegada a valores humanos.

BIBLIOGRAFIA

Schmelkes, sylvia, La formación de valores en la educación básica. SEP, México.


[1] Schemelkes, Sylvia, la formación de valores en la educación básica SEP, México, p 13-29.

[2] Íbidem

[3] Íbidem

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